Los 12 mejores lugares que visitar en Córdoba

Si todavía no sabes qué visitar en Córdoba, desde Cuidatodos te proponemos un interesante listado de los 12 lugares más emblemáticos para visitar en Córdoba.
No importa si vienes un fin de semana o te quedas una semana entera, estos 12 lugares que visitar en Córdoba, han conseguido que la UNESCO la declarara Patrimonio de la Humanidad.Te contaré los mejores horarios para visitarlos, dónde hacer las mejores fotos y esos pequeños secretos que solo conocemos los locales.
1. Mezquita-Catedral de Córdoba

Esa sensación es la que tengo cada vez que entro en nuestra Mezquita-Catedral. Y mira que llevo toda la vida aquí, pero ese bosque de columnas rojizas y blancas sigue dejándome sin aliento.
Algunas columnas vinieron de antiguos templos romanos, otras las tallaron artesanos hace más de mil años. Es como si cada piedra susurrara secretos de cuando Córdoba era la ciudad más importante de Occidente.
Ven temprano, antes de las 10:00, es gratis y podrás disfrutarla casi en soledad. Y si puedes, no te pierdas El Alma de Córdoba por la noche. Ver la luz de la luna colándose entre los arcos es una experiencia mágica.
No te pierdas:
- El mihrab dorado que brilla como si guardara tesoros
- La subida al campanario para ver toda Córdoba a tus pies
- Un descanso en el Patio de los Naranjos, donde el aroma a azahar en primavera te transporta a otra época
Información:
- Abierta 10:00-19:00 (13€ entrada general)
- Hay guías que te contarán historias fascinantes
- Accesible para todos
2. Alcázar de los Reyes Cristianos

El Alcázar de los Reyes Cristianos es mi refugio favorito en la ciudad. Cuando necesito paz, me escapo a sus jardines y me siento como en un cuento de las mil y una noches.
Imagina esto: fuentes que cantan, cipreses que tocan el cielo, y flores que pintan de colores cada rincón. Y si subes a las torres… ¡madre mía las vistas! El Guadalquivir serpenteando junto a la Mezquita es una postal que nunca me canso de ver.
Ruta:
- Primero, los jardines, cada estación tienen su magia
- Luego, el Salón de los Mosaicos, ¡los romanos sabían lo que hacían!
- Y para terminar, subir a las torres al atardecer
Para que no falles:
- Ven temprano (abre 8:30) para disfrutarlo sin prisas
- Solo 5€ la entrada (¡y gratis para mayores y peques!)
- Si puedes, vuelve de noche, la iluminación es mágica
Sabías que aquí Isabel y Fernando planearon el viaje de Colón.
3. Puente Romano y Torre de la Calahorra

Ven conmigo al Puente Romano cuando el sol se pone, ver cómo el cielo se tiñe de naranja y la ciudad se refleja en el Guadalquivir. Este puente lleva aquí desde los romanos, ¿te lo puedes creer? Ha visto más historia que todos nosotros juntos.
Lo que no te puedes perder:
La Torre de la Calahorra vigila el puente desde hace siglos, como un guardián de piedra. Ahora alberga un museo que cuenta historias de cuando cristianos, judíos y musulmanes convivían en Córdoba. Y si miras al centro del puente, verás al Arcángel Rafael, los cordobeses decimos que nos protege desde allí.
Mi consejo:
Ven al atardecer, cuando los últimos rayos de sol hacen brillar las piedras milenarias. Hay unos banquitos perfectos para sentarse y ver pasar la vida. Y si eres fan de «Juego de Tronos», aquí rodaron una escena, aunque para mí, la realidad supera cualquier ficción.
4. Barrio de la Judería

Mira, cuando mis amigos vienen a Córdoba, siempre empiezo por aquí. La Judería es como un libro abierto donde cada piedra, cada esquina, te susurra historias de hace siglos. Te voy a llevar por mis rincones favoritos.
Los mejores sitios:
La Calleja de las Flores es mi primera parada, si vienes temprano, podrás hacer fotos sin turistas. ¿Ves esa vista de la Mezquita entre las macetas? Es la postal más bonita de Córdoba.
Luego está la Sinagoga. Parece pequeñita, pero es un tesoro único, solo quedan tres como esta en toda España. Y cerca, la Casa de Sefarad te cuenta cómo vivían aquí judíos, cristianos y musulmanes, todos juntos.
Ruta:
Te voy a contar algo: ve a la Calleja del Pañuelo, es tan estrecha que apenas cabe uno. Los vecinos dicen que si extiendes un pañuelo, toca las dos paredes. Y termina en la Plaza de Maimónides, mi rincón favorito para un descanso con un buen salmorejo.
5. Medina Azahara

¿Has soñado alguna vez con palacios de las mil y una noches? A solo un paseo de Córdoba tenemos uno real: Medina Azahara. Este lugar me fascina porque aquí, hace mil años, existió una ciudad tan lujosa que parecía sacada de un cuento.
Cuando llevo a mis amigos, siempre les digo: «cerrad los ojos e imaginad». Donde ahora veis ruinas, había palacios de mármol, jardines con fuentes que parecían mágicas, y salones decorados con oro. El Salón Rico todavía te deja con la boca abierta, ¡y eso que solo queda una parte!
Cómo llegar y qué no perderte:
Te cuento ve temprano y en el bus turístico desde el Mercado Victoria (evitas líos de aparcamiento). Y por favor, coge una visita guiada, cada piedra tiene una historia que contar.
Los jardines son mi parte favorita. En primavera, cuando florecen las amapolas entre las ruinas, parece que el tiempo no ha pasado.
6. Plaza de la Corredera
En la Plaza de la Corredera, nuestro pequeño Madrid en Córdoba. Es curiosa, ¿verdad? No se parece a ninguna otra plaza andaluza, dicen que es porque los castellanos querían sentirse como en casa.
Aquí es donde late la vida real de la ciudad. Por las mañanas, los mayores toman el sol en los bancos mientras los niños juegan a la pelota. Los fines de semana se llena de puestecillos de artesanía, y el olor a café recién hecho se mezcla con el de las berenjenas fritas.
Momento favorito:
Ven sobre las 13:00, cuando los cordobeses salen a tomar el aperitivo. Busca sitio en cualquier terraza (te recomiendo el Bar Santos), pide un montadito y un fino, y disfruta viendo pasar la vida. Si tienes suerte, hasta puedes pillar algún espectáculo callejero.
7. Palacio de Viana y Los patios de Córdoba
Cuando necesito paz, me escapo al Palacio de Viana. Doce patios, cada uno con su propia historia, y un silencio que te transporta a otra época. Los cordobeses lo llamamos el «Museo de los Patios», pero es mucho más que eso, es un pedacito de paraíso en pleno centro.
Mi favorito es el Patio de los Naranjos, especialmente en primavera cuando el azahar lo perfuma todo. Pero cada uno tiene su encanto: fuentes que susurran, flores que trepan por las paredes, y rincones que parecen sacados de un cuento.
Cuándo venir:
Ven por la mañana temprano, cuando la luz se cuela entre las plantas y los gatos del palacio todavía dormitan al sol. Si puedes, visítalo en mayo durante la Fiesta de los Patios, es pura magia.
Información que vas a necesitar:
- Entrada completa: 10€ (merece la pena ver el interior)
- Solo patios: 6€
- Abierto de martes a domingo
8. Cristo de los Faroles y Plaza de los Capuchinos

Eso me pasa cada vez que visito la Plaza de los Capuchinos. Es mi rincón secreto para escapar del bullicio, especialmente al anochecer, cuando los ocho faroles del Cristo empiezan a brillar.
El Cristo de los Faroles lleva aquí desde 1794, vigilando nuestros pasos. Los cordobeses le tenemos un cariño especial, si las paredes pudieran hablar, te contarían miles de plegarias susurradas, promesas hechas y lágrimas derramadas.
Ven al atardecer, cuando el sol se esconde tras los tejados. Sube por la Cuesta del Bailío. sí, es empinada, pero merece la pena. Las macetas en las paredes te acompañan hasta llegar a la plaza, donde el silencio te recibe como un viejo amigo.
9. Baños Árabes de Córdoba
Te voy a descubrir mi secreto para recargar energías: el Hammam Al Ándalus. Es como viajar en el tiempo a la época del Califato, pero con todas las comodidades modernas.
Imagina esto: luces tenues, música suave, el sonido del agua… Aquí el tiempo se detiene. Vas pasando de una sala a otra, cada una con su temperatura, mientras el estrés se derrite como por arte de magia. Mi ritual favorito es empezar por la sala templada y terminar con un té de menta en la sala de descanso.
Para que lo disfrutes al maximo:
- Reserva con tiempo (sobre todo en fin de semana)
- El circuito básico cuesta 25€ (merece cada céntimo)
- Si puedes, prueba el masaje con aceites aromáticos
10. Plaza del Potro
La Plaza del Potro es una de ellas. Cada vez que vengo, me siento como si estuviera en una página de Cervantes, que por cierto, la mencionó en El Quijote, ¿sabes?
En el centro, nuestro pequeño tesoro: la fuente del Potro. Ese caballito de piedra lleva siglos viendo pasar la vida cordobesa. A su alrededor, tres joyas que no te puedes perder:
- El Museo de Bellas Artes, con sus cuadros barrocos que te hipnotizan
- El museo de Julio Romero de Torres, nuestro pintor más famoso
- La Posada del Potro, donde ahora el flamenco hace vibrar las paredes
Ven a media tarde, cuando el sol ya no aprieta. Siéntate en uno de los bancos bajo los árboles, escucha el murmullo de la fuente y déjate llevar. Si tienes suerte, hasta podrás oír algún ensayo de guitarra flamenca desde el centro cultural.
11. Festival de los Patios Cordobeses

Durante dos semanas, los cordobeses abrimos nuestros patios al mundo y la ciudad entera se llena de color y vida. Como cordobés, es mi momento favorito del año, ver estos espacios centenarios en todo su esplendor me sigue emocionando como el primer día.
Los patios más bonitos están en la calle San Basilio y el barrio del Alcázar Viejo. Cada familia lleva todo el año mimando sus flores para este momento. Las paredes blancas desaparecen bajo cascadas de geranios rojos, las fuentes no paran de murmurar, y el aroma del jazmín te acompaña en cada esquina.
Mi ruta favorita empieza siempre temprano, sobre las 10:00, cuando los patios están recién regados y puedes disfrutarlos casi en soledad. En San Basilio hay un bar donde los vecinos comparten historias de cuando sus abuelos ya cuidaban estas flores, y créeme, estas conversaciones son parte de la experiencia.
Para que lo disfrutes al máximo:
- Ven en la primera quincena de mayo
- Coge el pase completo para los patios, vale cada céntimo
- Mejor evitar las horas centrales del día (12:00-18:00), hace calor y hay mucha gente
- Trae agua y una gorra, el sol de mayo ya pega fuerte
Por las noches hay conciertos de guitarra en los patios más grandes, y en muchos sitios podrás probar el vino dulce que algunos vecinos hacen en casa.
La UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 2012, pero para nosotros es mucho más. Es nuestra forma de vida, de compartir estos pequeños paraísos que hemos heredado de generación en generación.
12. Plaza de las Tendillas
Ven conmigo a las Tendillas. Esta plaza es donde los cordobeses quedamos para todo: tomar café, ir de compras o simplemente ver pasar la vida desde una terraza.
El reloj es especial, en vez de dar las campanadas, toca la guitarra flamenca cada hora. Los cordobeses estamos tan acostumbrados que casi ni lo notamos, pero ver la cara de sorpresa de los visitantes cuando lo escuchan por primera vez no tiene precio.
El mejor momento:
Ven sobre las dos de la tarde, cuando la plaza está más viva. Los estudiantes salen de clase, los oficinistas van a comer, y las terrazas se llenan de gente tomando el aperitivo. En verano, las fuentes refrescan el ambiente y los toldos dan esa sombra tan necesaria.
No te pierdas:
- El café en Bulevar o el vermut en La Cruz Blanca
- Las tiendas de toda la vida mezcladas con marcas modernas
- El ambiente navideño, cuando ponen luces y la pista de hielo
- Los conciertos improvisados que suelen montarse los fines de semana
Bajo tus pies hay historia pura, si miras bien, en algunos puntos puedes ver restos de las calzadas romanas. Y es que llevan pasando por aquí más de dos mil años de cordobeses.
Desde aquí puedes ir andando a todos los sitios importantes: la Mezquita está a 10 minutos, el templo romano a 5, y por el camino encontrarás mil rincones que fotografiar.